Escuelas Tiempo Completo Nº 6 -15 -39 – 44 – 47 - 65 – 76 – 98 – 111
martes, 26 de noviembre de 2013
lunes, 25 de noviembre de 2013
Cierre año 2013, programa G.U.R.I.
Cierre del año, programa G.U.R.I.
viernes, 22 de noviembre de 2013
J. SARAMAGO, para compartir
jueves, 21 de noviembre de 2013
Numeros y sistema de numeración
miércoles, 20 de noviembre de 2013
Actualización Escuelas Tiempo Completo
Textos que explican con textos
viernes, 15 de noviembre de 2013
LOGO TRANSITO EDUCATIVO ENTRE CICLOS
Con más de setenta trabajos presentados por los alumnos de las Escuelas incluidas en Tránsito entre ciclos educativos, resultó seleccionado el número 36, elaborado por la alumna NATALIA RIVERO DUTRA de sexto año de la docente SANDRA BERNARDI de la Escuela Nº 88.
Felicitaciones a la alumna NATALIA !!! y un agradecimiento a todos los escolares que participaron en este concurso.
miércoles, 13 de noviembre de 2013
El ojo de Horus y las fracciones egipcias
domingo, 10 de noviembre de 2013
sábado, 9 de noviembre de 2013
El desafío de enseñar ARTE
Aporte para el trabajo MUSICA
viernes, 8 de noviembre de 2013
Programa FORO Escuelas Tiempo Completo
CEIBAL en INGLÉS 2014 en Rivera
miércoles, 6 de noviembre de 2013
Ideas para leer y escribir en el siglo XXI
Ideas para leer y escribir en el siglo XXI, por Daniel Cassany
1. Abrir el aula a la realidad escrita del entorno. Que la gran diversidad de escritos de la calle, de la biblioteca, de la comunidad, entre en el aula. Que chicos y chicas aprendan a leer y escribir lo que realmente quieren poder hacer, que aprendan a leer lo que van a tener que comprender en su vida, que aprendan a escribir lo que el futuro les va a pedir. Que descubran el poder que tiene la lectura y la escritura. Que el mundo electrónico entre también en el aula y no sólo en algunas asignaturas: ¡en todas! En la clase de lengua, en la de matemáticas, en la de sociales...
2. Poner énfasis en el significado y en la interpretación. Leer significa comprender y escribir, hacer comprender. Importa menos oralizar unas líneas, hacer buena caligrafía o memorizar las reglas de
acentuación. Lo apasionante de leer es comprender lo que piensan los otros; lo fascinante de escribir es descubrir que los otros pueden leer -y comprender- lo que uno piensa. Busquemos la manera de que los alumnos gocen leyendo y escribiendo: así descubrirán su utilidad, su sentido y tendrán unas ganas locas de leer y escribir.
3. Leer y escribir en cooperación. Leer y escribir no son tareas individuales. Sí son procesos mentalmente individuales los actos de reseguir con los ojos un escrito y decodificar el significado de cada palabra o teclear y visualizar en la pantalla una tras otra las letras de una oración. Pero leer y escribir también es interpretar el significado que adquiere una palabra en cada contexto, buscar ideas y organizarlas con coherencia... Y todas estas operaciones las podemos realizar con nuestros compañeros: podemos leer y escribir en pareja, con coautores y colectores (¡curioso que no exista esta palabra en español!).
4. Hablar para leer y escribir. Leer y escribir no son tareas silenciosas. Al compartir con un colega la interpretación de un texto, autores y lectores verbalizan su pensamiento, lo contrastan con otros puntos de vista, lo razonan y justifican. Hablar constituye una poderosa herramienta para construir, negociar y socializar el significado. Hablar también permite desarrollar los procesos cognitivos implicados en el uso del lenguaje. Leer y escribir requiere poder hablar de lo que se comprende y de lo que se comunica. Dejemos que chicos y chicas hablen mientras leen o escriben. Estimulémosles a hacerlo.
5. Poner énfasis en el proceso. Leer no consiste en oralizar o subvocalizar un texto en carrerilla hasta el final; escribir consiste en completar hojas en blanco. ¡La escritura no entiende de improvisaciones! Comprender exige releer varias veces, intercambiar impresiones con otros, revisar las primeras hipótesis, matizar constantemente lo que se entiende. Escribir requiere hacer borradores y correcciones, elaborar ideas personales, adaptarse a cada audiencia. El aula no puede esconder esta realidad sobre el uso de la escritura: chicos y chicas deben reelaborar sus interpretaciones como si fueran esculturas de barro.
6. Leamos y escribamos con los chicos. Somos, los docentes, los lectores y los escritores más expertos que tiene el chico a su alcance. Pongámonos a leer y a escribir con ellos y para ellos, sus textos y nuestros textos. Mostremos en vivo cómo leemos y entendemos un texto, cómo nos equivocamos, cómo consultamos el diccionario, cómo formulamos hipótesis y luego las confirmamos o desechamos, cómo releemos y corregimos. Del mismo modo, mostremos cómo se buscan ideas, cómo se hace un mapa mental, cómo se revisa un primer borrador, cómo se reformula el texto paso a paso. Convirtamos el aula en un espacio vivo, en un taller de experimentación donde chicos y chicas puedan sentir en los poros de su piel el significado de las letras.
Daniel Cassany
Universitat Pompeu Fabra
2. Poner énfasis en el significado y en la interpretación. Leer significa comprender y escribir, hacer comprender. Importa menos oralizar unas líneas, hacer buena caligrafía o memorizar las reglas de
acentuación. Lo apasionante de leer es comprender lo que piensan los otros; lo fascinante de escribir es descubrir que los otros pueden leer -y comprender- lo que uno piensa. Busquemos la manera de que los alumnos gocen leyendo y escribiendo: así descubrirán su utilidad, su sentido y tendrán unas ganas locas de leer y escribir.
3. Leer y escribir en cooperación. Leer y escribir no son tareas individuales. Sí son procesos mentalmente individuales los actos de reseguir con los ojos un escrito y decodificar el significado de cada palabra o teclear y visualizar en la pantalla una tras otra las letras de una oración. Pero leer y escribir también es interpretar el significado que adquiere una palabra en cada contexto, buscar ideas y organizarlas con coherencia... Y todas estas operaciones las podemos realizar con nuestros compañeros: podemos leer y escribir en pareja, con coautores y colectores (¡curioso que no exista esta palabra en español!).
4. Hablar para leer y escribir. Leer y escribir no son tareas silenciosas. Al compartir con un colega la interpretación de un texto, autores y lectores verbalizan su pensamiento, lo contrastan con otros puntos de vista, lo razonan y justifican. Hablar constituye una poderosa herramienta para construir, negociar y socializar el significado. Hablar también permite desarrollar los procesos cognitivos implicados en el uso del lenguaje. Leer y escribir requiere poder hablar de lo que se comprende y de lo que se comunica. Dejemos que chicos y chicas hablen mientras leen o escriben. Estimulémosles a hacerlo.
5. Poner énfasis en el proceso. Leer no consiste en oralizar o subvocalizar un texto en carrerilla hasta el final; escribir consiste en completar hojas en blanco. ¡La escritura no entiende de improvisaciones! Comprender exige releer varias veces, intercambiar impresiones con otros, revisar las primeras hipótesis, matizar constantemente lo que se entiende. Escribir requiere hacer borradores y correcciones, elaborar ideas personales, adaptarse a cada audiencia. El aula no puede esconder esta realidad sobre el uso de la escritura: chicos y chicas deben reelaborar sus interpretaciones como si fueran esculturas de barro.
6. Leamos y escribamos con los chicos. Somos, los docentes, los lectores y los escritores más expertos que tiene el chico a su alcance. Pongámonos a leer y a escribir con ellos y para ellos, sus textos y nuestros textos. Mostremos en vivo cómo leemos y entendemos un texto, cómo nos equivocamos, cómo consultamos el diccionario, cómo formulamos hipótesis y luego las confirmamos o desechamos, cómo releemos y corregimos. Del mismo modo, mostremos cómo se buscan ideas, cómo se hace un mapa mental, cómo se revisa un primer borrador, cómo se reformula el texto paso a paso. Convirtamos el aula en un espacio vivo, en un taller de experimentación donde chicos y chicas puedan sentir en los poros de su piel el significado de las letras.
Daniel Cassany
Universitat Pompeu Fabra
Cambiar la Educación:entre deseos y realidades
“(…) Acepto la invitación que el autor me propone para que diga algo sobre lo escrito y le
agradezco su sospecha de que pueda aportar con ello algo significativo para llamar a leer
esta obra que contiene una visión clara de lo que supone el cambio en educación, cuando
desde fuera del sistema se incita a una realidad histórica y cultural que ha acrisolado sus
raíces en un molde organizativo y de creencias que tratará de resistir defendiéndose de
cualquier intromisión que hagamosen su arquitectura y en su funcionamiento.
En estos tiempos de incertidumbre me resulta difícil decir algo que se pueda percibir como
una manifestación de cordura sobre los procesos que creo deberíamos construir. Estamos
ante un escenario en el que están cambiándonos demasiadas cosas, y a estas alturas
percibo que nuestra misión debe consistir en resistir (…).
Sólo pretendo sugerir al lector que mantenga un filtro en la lectura: el ver la doble
perspectiva de provocar cambios que suponen progresos auténticos, frenando al tiempo
cambios a los que debemos resistir. Estoy seguro que la lectura de esta obra ayudará a
situarse a quienes son entendidos en las contradicciones de la educación institucionalizada
y a quienes se asomen como simplemente interesados al fascinante mundo de la
educación, cuya meta y método no son otros que los de culturalizar a los ciudadanos y
ciudadanas para que lo sean en una sociedad más culta, libre justa y creadora, metas de
cualquier cambio y método para conseguirlo”.
Dr. José Gimeno Sacristán.
Catedrático de la Universidad de Valencia. España.
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